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La alimentación para una vejez saludable II

La alimentación para una vejez saludable II

21 de 01 de 2016

¿Nos hemos parado a pensar alguna vez en el papel que juegan en cada comida los colores, las texturas y los sabores? Si satisfacemos estas…

¿Nos hemos parado a pensar alguna vez en el papel que juegan en cada comida los colores, las texturas y los sabores? Si satisfacemos estas tres necesidades en nuestras comidas diarias, nos sentiremos complacidos al terminar. No es cuestión de pasarse horas descubriendo recetas inéditas, comprando sofisticados ingredientes o cocinando durante horas para poder obtener un óptimo nivel de vitalidad, energí­a y armoní­a. Con ingredientes tan simples como las verduras, podemos crear una gran variedad de colores.

IMPORTANCIA DE LAS VERDURAS

• Raí­ces: Sabor dulce natural. Las raí­ces nos arraigan, nos aportan centro, refuerzan y calientan ligeramente. Raí­ces como la zanahoria, la chiriví­a, cebolla, boniato, nabos…

• Redondas: Nos darán dulzor natural y reforzaran el plexo solar (centro de nuestras emociones) Nos estabilizaran y calmaran. Redondas como la calabaza, col blanca, verde, roja, coliflor, calabací­n…

• De hoja verde: Nos proporcionan frescor, energí­a de expansión, apertura y distensión. Hojas verdes como puerros, brócoli, brotes de coles, toda clase de lechugas, borrajas, canónigos, judí­as verdes, endibias, escarolas…

• Depurativas: También están en algunas de las clasificaciones anteriores, pero que a la vez son depurativas como son los rabanitos, remolacha, alcachofa, puerros, champiñones, nabos, espárragos, apio…

COLOR

Todos hemos percibido a la hora de sentarnos a la mesa el efecto que nos produce un plato con variedad de colores en comparación con otro de colores apagados y oscuros; mientras uno nos estimula el apetito, el otro nos lo mengua. Las combinaciones pueden ser múltiples, aunque no siempre se han de mezclar muchas verduras. Una simple y humilde verdura, cocinada de modo apropiado, puede dar el punto de claridad, dulzor y centro en una comida. Fundamental resaltar el consumo de verduras y hortalizas como alimento sin dispensables. Cada una de ellas nos proporcionara no solo color, sino también diferentes cualidades y energí­as.

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La alimentación para una vejez saludable II

May 29, 2015

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Residencia Fontpineda

¿Nos hemos parado a pensar alguna vez en el papel que juegan en cada comida los colores, las texturas y los sabores? Si satisfacemos estas tres necesidades en nuestras comidas diarias, nos sentiremos complacidos al terminar. No es cuestión de pasarse horas descubriendo recetas inéditas, comprando sofisticados ingredientes o cocinando durante horas para poder obtener un óptimo nivel de vitalidad, energí­a y armoní­a. Con ingredientes tan simples como las verduras, podemos crear una gran variedad de colores.

IMPORTANCIA DE LAS VERDURAS

• Raí­ces: Sabor dulce natural. Las raí­ces nos arraigan, nos aportan centro, refuerzan y calientan ligeramente. Raí­ces como la zanahoria, la chiriví­a, cebolla, boniato, nabos…

• Redondas: Nos darán dulzor natural y reforzaran el plexo solar (centro de nuestras emociones) Nos estabilizaran y calmaran. Redondas como la calabaza, col blanca, verde, roja, coliflor, calabací­n…

• De hoja verde: Nos proporcionan frescor, energí­a de expansión, apertura y distensión. Hojas verdes como puerros, brócoli, brotes de coles, toda clase de lechugas, borrajas, canónigos, judí­as verdes, endibias, escarolas…

• Depurativas: También están en algunas de las clasificaciones anteriores, pero que a la vez son depurativas como son los rabanitos, remolacha, alcachofa, puerros, champiñones, nabos, espárragos, apio…

COLOR

Todos hemos percibido a la hora de sentarnos a la mesa el efecto que nos produce un plato con variedad de colores en comparación con otro de colores apagados y oscuros; mientras uno nos estimula el apetito, el otro nos lo mengua. Las combinaciones pueden ser múltiples, aunque no siempre se han de mezclar muchas verduras. Una simple y humilde verdura, cocinada de modo apropiado, puede dar el punto de claridad, dulzor y centro en una comida. Fundamental resaltar el consumo de verduras y hortalizas como alimento sin dispensables. Cada una de ellas nos proporcionara no solo color, sino también diferentes cualidades y energí­as.

• Amarillo: Mazorcas de maí­z, chiriví­a.

• Naranja: Zanahorias, calabaza, boniato.

• Verde: Variedad de verduras de hoja verde (ensaladas, al vapor, salteadas). Guisantes, brócoli, judí­a verde, calabací­n.

• Rojo: Rabanitos, remolacha, pimientos, tomates.

• Blanco: Coles, nabos, cebollas, coliflor, colirábano, hinojo…

Y es que una comida con color ofrece vitalidad y aumenta el entusiasmo. Debemos incluir en nuestros platos variedad de colores de verduras (y no todas en una comida).

TEXTURAS

Las texturas son un capitulo muy importante en nuestra comida diaria al que no se le TEXTURAS suele prestar demasiada atención. Sin embargo, si nos Si por el paramos a pensar, veremos contrario que la relevancia de la textura nuestra comida es una cuestión de lógica. esta compuesta de pizzas, bocadillos.Si en una comida todos los salados, sin ensaladas o alimentos han sido de verduras o, consistencia blanda, entonces alimentos que es seguro que desearemos aporten un galletas, pan o algo con dulce de buena textura seca y crujiente. calidad y algo de liquido,Algo parecido nos sucederá si entonces seguro que comemos ensaladas crudas esta necesidad únicamente, pues, aunque no equilibrada sean de consistencia crujiente, se traducirá en lo que realmente necesitara beber o en nuestro cuerpo será algo seco. deseo de dulces.

Todo ello nos muestra que en una comida tendrí­amos que equilibrar una textura o consistencia húmeda con una de textura o consistencia seca o bien equilibrar platos crujientes con platos de consistencia blanda. Los estilos de cocción juegan un papel importante a la hora de obtener consistencias o texturas. Una forma simple de comprobar si nuestra cocina es acertada en lo que se refiere a textura y consistencia puede ser sencillamente observar al acabar nuestras comidas y comprobar si estamos plenamente satisfechos.

• Crujiente y húmeda: Ensaladas crudas, macerados, germinados, fermentados, prensados escaldados, hervidos, salteados cortos, etc.

• Crujiente y seca: Plancha, fritos, cereales, pasta, platos con seitan, tempeh, frutos secos y semillas tostadas, postres de músico, etc.

• Blanda y húmeda: Vapor, estofados, horno, presión, salteados largos, cremas y purés de verduras, compotas de frutas y frutas cocidas.

• Blanda y seca: Cocina con cereales, legumbres, horno, barbacoa o brasa, fritos de hortalizas y verduras, etc.

SABORES

Existen cinco sabores básicos que nutren diferentes órganos de nuestro cuerpo. Estos cinco sabores básicos se pueden encontrar en los diferentes alimentos. Es, pues, importante utilizarlos en la cocina diaria con el fin de poder revitalizar y regenerar cada parte de nosotros.A su vez estos cinco sabores están relacionados con los meridianos de la medicina china. Hay que utilizar un poco de cada sabor para poder estimular, reforzar y equilibrar todo nuestro organismo. El sabor dulce debe recibir más énfasis (85%) dejando los cuatro sabores restantes en equilibrio.

• Salado: Riñones y Vejiga.

• Amargo: Corazón e Intestino delgado.

• Dulce: Estomago, Bazo, Páncreas.

• Picante: Pulmón e Intestino grueso.

• Acido: Hí­gado y Vesí­cula biliar.

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• Dulce: Regenera y equilibra el estomago, el bazo y el páncreas. El sabor dulce podemos encontrarlo en cereales, leguminosas, verduras crudas y cocidas, frutas frescas, frutas secas y edulcorantes naturales como la melaza de cebada y maí­z, miel y sirope de arroz o zumos de frutas.

• Picante: Regenera y equilibra el pulmón y el intestino grueso. El sabor picante puede encontrarse en alimentos como el ajo, mostaza, jengibre, verduras crudas (cebollas, berros, rabanitos, puerros, col blanca…) o en las especias picantes como el curry y las diversas pimientas.

• Salado: El uso moderado del sabor salado refuerza y equilibra los riñones y la vejiga. El sabor salado se encuentra en los ingredientes salados integrados en cocciones y aliños tales como la sal marina, el miso, la salsa de soja, las ciruelas, pasta o vinagre de umeboshi, alcaparras, aceitunas, etc.

• ícido: El sabor acido regenera y equilibra el hí­gado y la vesí­cula biliar. Dicho sabor se encuentra en ingredientes tales como los cí­tricos, zumos de frutas, frutas crudas, fermentados de verduras y hortalizas, ciruelas, pasta y vinagre de umeboshi y vinagres en general.

• Amargo: Equilibra y regenera el corazón y el intestino delgado y se encuentra en ingredientes como verduras de hoja verde, toda clase de lechugas, escarolas, endivias, alcachofas, hiervas aromáticas, como el tomillo o el romero, cafés de cereales, semillas y frutos secos.

Esta información está basada en datos de dos artí­culos de Montse Bradford publicados por la revista CuerpoMente. (Profesora de cocina y terapeuta emocional y de psicologí­a transpersonal).

¡Esperamos que haya sido útil, feliz fin de semana!