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¿Cuándo tener en cuenta las residencias de ancianos?

¿Cuándo tener en cuenta las residencias de ancianos?

18 de 09 de 2015

En el artí­culo de hoy nos gustarí­a tratar un tema que nos concierne a todos y es cuando debemos tener en cuenta las residencias de…

En el artí­culo de hoy nos gustarí­a tratar un tema que nos concierne a todos y es cuando debemos tener en cuenta las residencias de ancianos para nuestros familiares o amigos que lo necesitan.

El momento en el que deberí­amos tomar la decisión es aquel en que las necesidades de atención de nuestros mayores superan las que nosotros podemos soportar. Llegados a este punto es buena plantearse acudir a un centro especializado.

Lo más importante aunque no determinante es la buena predisposición de la persona mayor pues es un cambio brusco en su vida y es importante que entienda el motivo y las razones que llevan a tomar esta decisión.

Para que el cambio no sea tan brusco se pueden probar las estancias temporales previas para que todos los implicados (residente y familia) estén totalmente convencidos de la decisión a tomar.

Algunas recomendaciones que nos da el Imserso a la hora de elegir residencia:

  • Es muy importante visitar la residencia antes de tomar la decisión de ingresar. Es aconsejable para cualquier anciano que desee ingresar y para sus familiares tener un tiempo para reflexionar esta decisión. Existen alternativas para mantenerse en el domicilio, aunque la alternativa no suele ser una solución simple, debiéndose combinar todas las ayudas disponibles, públicas y privadas.

  • Hacer todas las preguntas o indagaciones que necesites hacer, tanto a los responsables de la residencia como a cualquiera que pueda tener información sobre la misma.

  • Solicita información sobre las inspecciones realizadas a las residencias en las que estás interesado.

  • Pide el contrato que tienes que firmar: antes de formalizar el ingreso debe tener tiempo para leerlo detenidamente e informarse sobre los términos que contiene. Deben satisfacer todas las condiciones y dar las garantí­as durante un tiempo prudencial.

  • La tarifa de precios debe estar expuesta públicamente.

  • En el contrato se debe especificar el coste de la plaza por todos los servicios que va a utilizar. También debe especificarse el coste a deducir en concepto de alimentación, cuando el anciano se tiene que ausentar por hospitalización o vacaciones.

  • Debes informarte si el centro atiende a personas asistidas o muy dependientes. Solo en este caso el residente podrá permanecer hasta su fallecimiento en el mismo centro. Si la residencia atiende asistidos debe estar autorizada para este fin. En este caso, infórmate si está preparada para atender a persona con demencia, y en el caso de que lo esté, pide información sobre cómo actúan en los casos de, incontinentes, ancianos con agitación, deambulación, etc. Una residencia con plazas para asistidos debe tener enfermerí­a y sala de rehabilitación. Infórmate si el personal está especializado, si tiene formación en enfermerí­a geriátrica.

  • La atención sanitaria debe estar garantizada y debe darte seguridad. El control y administración de fármacos debe ofrecerte seguridad.

  • Solicita una copia del reglamento de régimen interno. Es obligatorio que todas las residencias tengan por escrito las normas.

TIPOS DE RESIDENCIA

En función del grado de dependencia tenemos:

  • La residencia para los usuarios que se valen por sí­ mismos para las actividades de la vida diaria a pesar de no poder permanecer en su propio domicilio.

  • La residencia mixta. Los usuarios serán personas que mayoritariamente se valen por sí­ mismas, pero el centro acoge también a personas afectadas de algún tipo de discapacidad.

  • La residencia asistida. Residencias destinadas a la atención social de personas con discapacidades fí­sicas o psí­quicas, que requieren, además de los cuidados ordinarios, especiales cuidados médicos y sanitarios.