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Astenia primaveral

Astenia primaveral

10 de 04 de 2015

Hoy nos gustarí­a hablar sobre un trastorno más común de lo que nos pensamos: la astenia primaveral. ¿Qué es?  Es un trastorno de tipo estacional…

Hoy nos gustarí­a hablar sobre un trastorno más común de lo que nos pensamos: la astenia primaveral.

¿Qué es?

 Es un trastorno de tipo estacional que se hace más notable con la llegada de la primavera y se caracteriza por una sensación continua de cansancio fí­sico e intelectual, debilidad y falta de vitalidad generalizada.

Aunque nos parezca mentira, más de un 65% de la población ha sufrido alguna vez este trastorno y la población femenina es la más afectada. Los niños y las personas mayores son quienes corren mayor riesgo de padecer bronquitis y bronconeumoní­a debido a los casos de resfrí­os y alergias respiratorias.

¿Qué la produce?

Los cambios climáticos de cambio de estación, como por ejemplo: aumento de luz y temperatura, variación de la humedad y presión, etc. son factores que alteran nuestro biorritmo. Cuando nuestro cuerpo no consigue adaptarse a estos cambios, es cuando se produce la astenia.

No siempre es el cambio de estación lo que la provoca sino que también intervienen factores como el estrés, mala alimentación o exceso de trabajo (astenia funcional); y en otras ocasiones son causas endocrinas, metabolismo o digestivas que producen la astenia orgánica.

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¿Cómo nos afectan los factores del cambio climático?

  • La presión atmosférica: afecta el aparato cardiovascular y el sistema nervioso central. Las personas hipertensas deben tener especial cuidado. Sí­ntomas: trastorno respiratorio, taquicardia, dolor de cabeza, pesadez, apatí­a, fatiga muscular.
  • Temperatura: sus variaciones extremas producen graves trastornos de salud como hipertermia, deshidratación, dolor de cabeza y afectación del sistema nervioso central.
  • Humedad: la humedad intensa dificulta la sudoración y aumenta la eliminación de lí­quidos.
  • Viento: Su influencia sobre la salud ha dado lugar a lo que se conoce como ‘ciclonopatí­a’, ya que, curiosamente a nivel local o comarcal, determinados vientos producen alteraciones fí­sicas en muchos de los habitantes de esas comarcas. Así­ en España, la tramontana en Cataluña, el cierzo en Aragón, el gallego en Asturias, el sur en Cantabria, o el levante en Andalucí­a pueden producir sensibles alteraciones como: irritabilidad, insomnio, angustia, fatiga o palpitaciones.

Sí­ntomas más frecuentes

Tristeza sin causa aparente
Irritabilidad
Inapetencia
Tensión arterial baja
Disminución de la vitalidad
Menor interés sexual
Dolor de cabeza
Debilidad muscular
Cansancio
Apatí­a
Pérdida de pelo

¿Cómo la combatimos?

Debemos segregar mucha serotonina, neurona responsable del estado aní­mico y la vitalidad. Para eso hay que cuidar mucho la alimentación, debe ser sana y equilibrada, para que aporte los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

El triptófano está presente en algunos alimentos y es un potenciador de la serotonina, así­ que en nuestra dieta debemos incluir los siguientes alimentos:

Huevos
Leche
Pescados
Carnes
Cereales integrales
Piña
Aguacate

No nos olvidemos de incluir en nuestra dieta: los hidratos de carbono, nutriente más consumido por nuestro cerebro; vitamina B6 que influye en la creación de serotonina; vitaminas A, C y E, que le hacen frente a las sustancias oxidantes del organismo; Omega 3 y 6, para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro y hierro.

Os ha resultado interesante? Que tengáis un feliz fin de semana.

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