Durante la vejez, las altas temperaturas de los meses veraniegos suelen ser más acusadas, pues, a medida que uno se hace mayor, se pierde cierta habilidad para regular la temperatura corporal. Todo esto puede dar lugar a problemas que afectan seriamente a la salud de los mayores, especialmente a los más sensibles.
Por un lado, está el de desarrollar enfermedades que están relacionadas con el corazón de forma crónica, además de las afecciones pulmonares o del hígado. Durante estos meses de calor, es importante fijarse en la deshidratación y los golpes de calor, los mareos y el aumento de la presión.
Recomendaciones para hacer frente al calor
Aunque muchos de los consejos que ofrecen los médicos para pasar el calor pueden aplicarse a distintos grupos de edad, algunos son específicos para las personas mayores, al ser más sensibles a los golpes de calor.
Hidratación
Al sudar, el agua que desprendemos hace que deba reponerse de nuevo si no nos podremos deshidratar. Para evitarlo es muy importante beber 3 l de agua diarios y resguardarse del sol. Además de tomar frutas y otros alimentos ricos en agua. Tomar baños, ir a la playa o la piscina, ducharse varias veces, refrescarse de diferentes maneras y cuidarse es la mejor manera de hidratarse. Se debe evitar salir a la calle o pasear durante las horas centrales del día y no hacer ejercicio en exceso durante el verano.
Evitar el sol
Es inevitable que el sol nos dé en verano. Pero las personas mayores deben resguardarle de él mucho más, con la protección adecuada, buscando las sombras, el fresco y evitar el calor en la medida que sea posible. Para ello, se recomienda no salir a la calle de las 12 a las 16 del mediodía, si bien cada año los médicos y dermatólogos alargan una hora la exposición, así que es mejor salir al atardecer.
Alimentación
El cuidado de las altas temperaturas también está influenciado por la alimentación. Nutrirse y comer los alimentos necesarios y acordes con la edad es la mejor manera de estar saludables. En verano es mejor no comer de forma pesada, evitar las grasas y las comidas largas, con preferencia por las frutas y las verduras.
Cambios bruscos de temperatura
Los calores en exceso tienen consecuencias pero los cambios bruscos de temperatura también. Es preferible mantener las habitaciones y la casa siempre fresca y usar el aire acondicionado de forma responsable y con temperaturas sobre los 23 grados.
Presión arterial
Los golpes de calor pueden incidir directamente en la presión arterial de los mayores. Si ponemos en práctica lo dicho anteriormente, la presión debe estar normal, en todo caso, miraremos la tensión cuando uno se maree o se encuentre mal.
Ropa
En verano se recomienda vestirse con ropa cómoda y ágil, es decir con tejidos que puedan favorecer la transpiración. Al contrario de lo que se piensa, las ropas de color claro hacen que el sol penetre antes sobre la piel y con ello, tanto mayores como otras personas, pueden llegar a quemarse.
Evitar ciertas bebidas
El alcohol está restringido para ciertas personas según recomendaciones médicas. En todo caso, si tomamos en alguna cena o comida debe ser en poca cantidad, porque estas bebidas llegan a deshidratar. De la misma manera que lo puede hacer el café.
Acciones para combatir el calor en la residencia
En Residencia Fontpineda hemos realizado diversas acciones para que el calor no sea un problema en verano:
- Crear zonas en jardín con sombra y lugares con corrientes de aire por árboles frondosos o carpas
- Proteger con toldos y protectores vinílicos para que entre poca radiación en los ventanales
- Climatizar las superficies con máquinas de aire acondicionado