No deberíamos pasar ni un solo día sin reírnos, como tampoco deberíamos olvidar la importancia que tiene el sentido del humor para reducir el estrés y la ansiedad y ser capaces de afrontar los problemas con una mentalidad más positiva. Un dato que puede interesar a los mayores y a los que no son tan mayores es que con la risa liberamos endorfinas, con lo que aumenta la sensación de bienestar, pero además liberamos adrenalina, con lo que perdemos calorías más fácilmente.
Gracias a la risa:
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Hacemos ejercicio físico: ya hemos dicho que ponemos en marcha unos 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se ejercitan con la risa.
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Relajación de los músculos, con un importante descenso del tono muscular; nos ayuda a relajarnos: los huesos de la columna vertebral y las cervicales, donde solemos acumular las tensiones.
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Movimiento diafragmático: el gran músculo llamado diafragma que separa las cavidades abdominal y pectoral, y tiene una importante misión en la función respiratoria, se ve implicado activamente cuando reímos.
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Excitación fisiológica, más allá del evidente componente psicológico del humor, los estudios revelan la profunda relación de la risa con los estados fisiológicos del organismo.
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Limpiamos nuestros ojos: las carcajadas hacen vibrar la cabeza, despejan la nariz y el oído y activan nuestras glándulas lagrimales.
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Oxigenamos nuestros pulmones: entra el doble de aire en los pulmones y la piel se oxigena más.
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Nos ayuda a estar más felices: activa el sistema neuroendocrino favoreciendo la producción de neurotransmisores o mediadores en el cerebro, que ayudan a un buen equilibrio psíquico de la persona. Provoca gran serenidad, reduce la ansiedad, el estrés y aumenta la creatividad.
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Mejora nuestra calidad de vida: la risa estimula el sistema nervioso para generar una serie de sustancias que actúan sobre el sistema inmune, fortaleciéndolo (estrés, ansiedad, depresión, etc).
Ayudar a los mayores con risoterapia
Los ancianos se ven muy favorecidos por esta terapia basada en la risa y en la alegría por ser personas a las que no sólo les afectan los problemas físicos, sino que cargan con el peso de muchos años a sus espaldas. Por eso es característica la tristeza y la desilusión de los más mayores.
 Así que la risoterapia se presenta como la técnica ideal para paliar todas esas complicaciones emocionales de los abuelos, como la soledad que sienten por verse relegados a un segundo plano, y el efecto de pesar que han producido años de sufrimiento. Una buena forma de ayudar a nuestros mayores es recordarles que se puede vivir con alegría y con una actitud positiva y, sobre todo, darles motivos diarios para reír.
Además, no sólo benefician a nviel físico y anímico, sino que al  relacionarse con otras personas en su misma situación puede mejorar su calidad de vida por volver a sentirse parte de un grupo y activar sus relaciones sociales.
Así que ya sabéis, todos a reírnos más y fomentar las risas en nuestros mayores.
Feliz fin de semana!