La lectura es una excelente actividad a todas las edades. Sabemos la importancia que tiene en el desarrollo de la creatividad y la imaginación a edades tempranas, además de enriquecer nuestro vocabulario y ampliar nuestro conocimientos del mundo. Es por ello, que desde nuestra más tierna infancia nos animan a dedicar tiempo a esta actividad, en ocasiones con más éxito que en otras.
No obstante, la importancia de la lectura no se limita únicamente a nuestra edad temprana. Además de fomentar la creatividad o la imaginación, nos permite mantener ejercitadas y activas nuestras neuronas. Es la forma de la que disponemos para tener en forma nuestro cerebro. La lectura implica poner en marcha una gran cantidad de sistemas de procesamiento; procesos perceptivos que nos permiten reconocer las letras, procesos léxicos que nos ayudan a dar significado a ese conjunto de letras y procesos de comprensión de lo que estamos leyendo. Todo ello mantiene activo nuestro cerebro, evitando que se oxide.
Sabemos que conforme avanza nuestra vida, es sumamente importante mantener activo tanto nuestro cuerpo como nuestro cerebro. La lectura será nuestro principal aliada a la hora de mantener la maquinaria de nuestro cerebro bien engrasada.
Se ha demostrado que las personas que leen habitualmente son capaces de incrementar la conectividad de sus neuronas y evitar el deterioro de éstas. De hecho, la lectura se ha considerado como una medida preventiva en el desarrollo del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson.
Además de ello, nos encontramos que en ocasiones, las personas mayores reconocen no saber qué hacer con su tiempo libre. En este contexto, encontramos en la lectura, no sólo una fuente excelente para el entrenamiento de nuestras capacidades cognitivas, sino un buen acompañante en esos momentos de aburrimiento o soledad. ¿A quién no le ha pasado alguna vez, quedarse absorto mientras leía una novela, y no darse cuenta del paso del tiempo?
Es por todo ello, que queremos proponer desde la Residencia Fontpineda, la instauración de la lectura como hábito para nuestros mayores.
¿Qué más beneficios nos aporta la lectura?
Ya hemos señalado que uno de los principales beneficios de la lectura es mantener nuestro cerebro activo y en forma. Asimismo, es una excelente herramienta para ocupar nuestro tiempo libre. Además de ello, existen otras serie de elementos que hacen de la lectura una excelente actividad para incorporar con nuestros mayores.
Contribuye al mantenimiento de la memoria: sabemos que la memoria es uno de los elementos que más desgaste sufre con el paso de los años. Enfermedades como el Alzheimer indicen especialmente en este aspecto. Por ello, es muy importante desarrollar estrategias que me ayuden a prevenir un posible deterioro neurológico; siendo la memoria un elemento a tener en cuenta. Leer implica procesar la información, comprenderla y almacenarla para seguir el hilo del relato y poder recurrir a ella en el futuro.Â
Una fuente de entretenimiento: tal y cómo señalábamos, nos permite ocupar el tiempo, libera la mente de preocupaciones y nos transporta a nuevos mundos y nuevas historias. La lectura tiene el poder de ponernos en la piel de cientos de personajes, vivir sus historias y enriquecer así nuestras experiencias. Aporta estímulos nuevos e incluso nos permite desarrollar habilidades de empatía y comprensión, al descubrir cómo los distintos personales, van superando las dificultades a las que se enfrentas. También puede ser una fuente de inspiración y crecimiento personal.Â
Ayuda a dormir: Cuando se llega a la tercera edad, muchas personas comienzan a sufrir problemas para dormir. En este sentido, leer un poco antes de acostarse, puede ayudar a favorecer un buen descanso. La lectura tiene un efecto relajante y liberador del estrés del cerebro, lo que nos ayuda a coger algo mejor el sueño.
Queda visto que la lectura es una excelente actividad que merece la pena ser incorporada en nuestro día a día. En el caso de nuestro mayores, es importante tener en cuenta algunos aspectos añadidos; es recomendable que la lectura se haga por la mañana o en horas de mayor luz, con el objetivo de poner facilitar una lectura descansada, evitando con ello dolores de cabeza por forzar la vista. También en este sentido, intentaremos escoger libros con una letra mas bien grande. Existen herramientas como tabletas u ordenadores, que pueden ayudar en este respecto. Por último, escoger un lugar agradable y tranquilo nos hará mucho más placentera la lectura.
Una vez hecho esto, sólo resta sentarse y disfrutar.