Cada vez más personas sufren de hipertensión, una enfermedad que se agrava a medida que pasan los años y se llega a la vejez. Básicamente una de las causas de la prevención sucede cuando aumenta la presión de la circulación de la sangre que es provocado por diversas causas.
La hipertensión es importante porque deriva y desarrolla otras enfermedades relacionadas con el corazón, la diabetes, el cerebro y los cálculos renales, entre muchas otras. La hipertensión tiene que estar controlada por un médico, aunque no debe confundirse con tener una presión arterial algo alta, que muchas personas mayores suelen tener a partir de cierta edad.
Causas y síntomas de la hipertensión
Cuando más mayor se hace uno, más riesgo a tener hipertensión, por lo que hemos de tener presentes sus principales causas. Las más importantes están relacionadas con el sobrepeso y la obesidad y ello se traduce en unos malos hábitos alimentarios, por lo que llevar una vida saludable de forma general es imprescindible para no desarrollar esta enfermedad.
También otras causas posibles son el tabaco, el alcohol en gran medida, los antecedentes familiares, el aumento del colesterol, el estrés, la sal en la comida y otras enfermedades algo más graves.
Los síntomas son variados, pero esencialmente pueden empezar por dolores de cabeza intensos, ser obeso, tener problemas de diabetes, dificultad para conciliar el sueño y dormir durante la noche, cierta irritabilidad, la visión borrosa y ruido en el oído, y la opresión en el pecho que puede desembocar otra enfermedad de tipo cardiaco. Muchos de estos síntomas pueden confundirse con otros relacionados con otros problemas.
Prevención
Para que no aparezca la hipertensión es vital llevar una vida sana. Comer alimentos saludables y hacer ejercicio de forma regular. Modificar el estilo de vida suele ser una de las prevenciones y recomendaciones del médico. Los alimentos ricos en sal suelen elevar la presión arterial, por lo que en casos de hipertensión, se aconseja reducir la sal y no comer grasas. El estrés y el nerviosismo están cada vez más asociados a esta enfermedad. Debemos reducir el nivel de estrés y relajarnos antes de desarrollar hipertensión.
El tratamiento cuando la hipertensión es algo elevada pasa por la medicación, además de cambiar de hábitos. Pueden ser fármacos antihipertensivos de uso más común, así como betabloqueantes, o vasodilatadores. Son importantes los chequeos en el médico, la toma de la presión diaria y otros controles con el fin de que la hipertensión se mantenga en los niveles adecuados.