Frutas, vino, pescado, verduras, los productos de la tierra… éstos son algunos de los alimentos que forman parte de la reconocida y siempre recomendable dieta mediterránea. Es realmente una de las más saludables y la tenemos aquí mismo. La clara ventaja es que aporta toda clase de beneficios en cada una de las etapas de la vida.
Según la Fundación Dieta Mediterránea, esta dieta es una valiosa herencia cultural que representa mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable. «Es un estilo de vida equilibrado que recoge recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas». De hecho su importancia es tal, que la misma Unesco inscribió la Dieta Mediterránea como uno de los elementos de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Aceite de oliva en la cocina
A medida que la edad avanza, necesitamos más vitaminas y nutrientes para afrontar cada día. Esta dieta establece que cocinar con aceite de oliva es lo más saludable, puesto que se trata de un alimento rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados. Éstas le otorgan propiedades cardioprotectoras, realmente destacadas durante la vejez.
Productos lácteos: yogurt y quesos
La dieta Mediterránea procesa la ingesta de productos lácteos, porque ofrecen proteínas especiales de alto valor biológico. Ello aporta grandes cantidades de calcio que se necesita para fortalecer los huesos.
Agua y vino
El agua es fuente de vida. Y una de las mejores bebidas, porque somos agua y necesitamos reponerla cuando perdemos gran cantidad de ella a través del sudor, por ejemplo. A su vez, el vino en la dieta mediterránea también se recomienda pero siempre con moderación. Los polifenoles de la uva mantienen la piel hidratada y protegen al organismo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El pescado, bueno para el cerebro
Los nutricionistas recomiendan comer entre 2 y 3 piezas de pescado a la semana. Un alimento que contiene un alto valor nutricional, cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. Los pescados azules contienen ácidos Omega 3 que protegen el corazón y reducen el colesterol, además de prevenir la diabetes, entre otros beneficios.
Los estudios lo confirman
Numerosos estudios han demostrado que esta dieta es muy beneficiosa. Una reciente investigación de la Universidad de Columbia puso de manifiesto que si se sigue una dieta mediterránea se obtiene una mayor protección contra la atrofia cerebral. En otros estudios también relacionan la dieta mediterránea con un riesgo más bajo de sufrir enfermedad de Alzheimer. Además de pescado, la fruta fresca, las verduras, el pan y reducir el consumo de carne son esenciales en la dieta mediterránea.