Con la llegada del inicio del frío, el otoño es una época donde ciertas enfermedades suelen intensificarse mucho más. Los resfriados, las gripes y otras relacionadas con la respiración se intensifican. Los principales grupos de riesgo son niños bebes, embarazadas y los mayores de 65 años.
Resfriados y gripes, las más comunes durante estos meses
Cuando pasamos del calor intenso a la bajada de las temperaturas, los resfriados hacen acto de presencia de forma común. Normalmente se debe a que durante las primeras horas de la mañana y luego por la noche suele hacer más frío mientras que en las horas centrales del dia sigue brillando el sol. Los contagios por virus en resfriados se multiplican y aparece la tos y las mucosidades. Esto puede llevar a desarrollar gripe, que es cuando el resfriado va acompañado de fiebre alta o bien moderada.
Para paliar la gripe o hacer que no aparezca se lanzan campañas con el fin de vacunar a la gente mayor y a aquellos que padezcan enfermedades crónicas. Es muy importante que se esté al día de las vacunaciones, y que el médico nos revise sobre cuándo es preciso realizarla con antelación.
Enfermedades respiratorias
La aparición de los resfriados va asociado a un cierto desarrollo de aquellas enfermedades respiratorias. Es entonces cuando puede aparecer asma y bronquitis, especialmente en la vejez. Necesitaremos las prevenciones adecuadas para que una bronquitis no vaya a más, por lo que es indicado explicar a los cuidadores de residencias, enfermeros y al mismo personal médico que se tiene tendencia a sufrir este tipo de enfermedad.
Algunos remedios para prevenir las enfermedades comunes de otoño pasan por las vacunaciones, como hemos indicado anteriormente, por taparse la boca con el brazo cuando estemos tosiendo y por lavarse bien las manos con mayor frecuencia, pues la mayoría de contagios y virus se contagian de unos a otros por el sudor. No pasar más tiempo al aire libre del adecuado y siempre bien abrigados es otra solución para evitar las situaciones de frío. Tomar los medicamentos, alimentos y medidas necesarias siempre recomendadas por el médico, es decir no automedicarse, ayudarán a que la enfermedad dure mucho menos.