En los meses venideros, son muchas las personas que inician sus vacaciones y se desplazarán a distintos lugares. En la vejez los viajes pueden ser más frecuentes y en diferentes épocas del año, gracias al mayor tiempo que tienen las personas mayores y las promociones y descuentos enfocados a ellos.
Ahora bien, a la hora de viajar, además de ventajas, como la relajación y la sociabilidad, es destacable hablar de consejos, puesto que aunque haya muchas ganas, la vitalidad no es la misma que antes.
Cuando prevemos que vamos a viajar, es bueno y recomendable ir al médico a realizarse un chequeo. Una exploración para comprobar que todo va bien servirá para evitar sustos y seguir una línea y los consejos que el profesional nos pueda dar. Además es el indicado para decirnos si es necesario que se lleven determinados medicamentos en el destino final.
Informarse sobre el lugar que se va a visitar no solamente es bueno para hacer excursiones sino también para conocer los centros médicos u hospitales más cercanos. Nunca se sabe si es necesario ir ante cualquier percance.
A raíz de ello, nunca hay que olvidar las tarjetas sanitarias y el historial médico con los medicamentos a llevar. Si se viaja al extranjero este historial médico debe estar en inglés.
Aunque se está fuera de casa, deberemos seguir, en la medida de lo posible, una rutina, pues las personas mayores están algo más acostumbradas a tener unos horarios fijos, a levantarse antes y también a descansar en horas razonables.
Antes de irse de viaje, además de planificar recorridos y excursiones, también será importante elegir la ropa adecuada para cada lugar. La ropa cómoda viene a ser la mejor para ir de viaje, además de aquella adaptada a la climatología de cada lugar.
Los botiquines también van bien para cualquier emergencia. Puede contener gasas, apósitos adhesivos, algún analgésico, medicamentos relacionados con el mareo, alcohol, cremas solares y termómetro para ver la temperatura.
La alimentación en un país distinto es siempre un atractivo. Pero si la persona mayor no está acostumbrada a cambiar de hábitos entonces es mejor que pruebe algunos platos, pero de manera moderada y se cuide con una alimentación sana y equilibrada. El agua será el perfecto aliado para las excursiones y el día a día.